No obstante, sí es previsible que se den más casos como éste, de fugaces detecciones de lunas en órbita a planetas de fuera de nuestro sistema solar.
La investigación en la que se ha hecho la posible detección de esta exoluna es obra de un equipo de científicos de instituciones en Japón, Nueva Zelanda y Estados Unidos, incluyendo, entre otros, a David Bennett, de la Universidad de Notre Dame en Indiana, Estados Unidos, y ha sido financiada por la NASA. Las observaciones se hicieron usando mayormente telescopios en Nueva Zelanda y Tasmania. La técnica empleada, basada en el efecto de microlente gravitacional, aprovecha alineaciones casuales entre estrellas. Cuando una estrella en primer plano pasa entre nosotros y una estrella más distante, la más cercana puede actuar como una lente de aumento, enfocando y aumentando el brillo de la luz de la estrella más alejada. Estos eventos de incremento del brillo duran normalmente un mes, más o menos.
¿Luna o planeta? Lo más probable es que nunca lo sepamos. (Foto: NASA/JPL-Caltech)
Si la estrella en primer plano, o lo que en estas circunstancias los astrónomos llaman lente, tiene un planeta girando a su alrededor, éste actuará a su vez como segunda lente para aumentar aún más el brillo o disminuirlo. Estudiando cuidadosamente estos sucesos, los astrónomos pueden determinar la masa de la estrella en primer plano en relación con su planeta.
En algunos casos, sin embargo, el objeto en primer plano puede ser, en vez de una estrella, un planeta errante (que no está en órbita a ningún sol). Los investigadores podrían entonces poder medir la masa del planeta en relación con el objeto que lo orbita: una luna.
Las limitaciones para conocer con suficiente certeza y precisión la distancia son también otra barrera que contribuye a mantener el misterio sin resolver. En definitiva, la verdadera identidad del candidato a exoluna y su compañero, un sistema llamado MOA-2011-BLG-262, permanecerá desconocida.
La supuesta exoluna, si lo fuera realmente, estaría en órbita a uno de tales planetas errantes o interestelares. El planeta podría haber sido eyectado de los confines polvorientos de un sistema planetario joven, arrastrando y manteniendo junto a él a su luna compañera.
http://noticiasdelaciencia.com/not/10099/posible_hallazgo_de_una_exoluna/
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