La trucha arcoíris es una especie importante para la acuicultura en todo el mundo. La familia a la que pertenece esta especie es de gran importancia como recurso alimenticio.
El trabajo de secuenciación y análisis realizado por el equipo de Yann Guiguen, del Instituto Nacional francés de Investigación Agronómica (INRA), brinda nuevas pistas sobre la evolución del genoma en los vertebrados. Las duplicaciones completas del genoma son eventos que moldearon profundamente el contenido y la estructura de muchos genomas, incluyendo el humano. Desafortunadamente, no se conocen bien los mecanismos subyacentes en la evolución de un genoma después de ocurrir dicha duplicación en los animales, y en particular los pasos que se producen durante las primeras decenas de millones de años tras la duplicación.
Truchas arcoíris. (Foto: © INRA / B. Nicolas)
Para esta clase de investigaciones, la trucha arcoíris es una especie de particular interés porque su genoma se duplicó por completo hace relativamente poco tiempo (unos 100 millones de años), en el ancestro común de todos los salmónidos actuales. La sorprendente conclusión de este estudio es que la evolución de los genomas en los vertebrados después de una duplicación completa es un proceso lento y gradual. Aunque han pasado 100 millones de años desde que ocurrió este evento, las dos copias permanecen bien conservadas. No sólo la estructura general de las dos copias se ha mantenido similar, sino que también el contenido de los genes está muy bien preservado, y muchos de los genes ancestrales todavía están presentes y son funcionales. Este resultado pone en duda la hipótesis comúnmente aceptada de que en la evolución de un genoma después de una duplicación completa se produce una rápida serie de cambios en su estructura y en el contenido de los genes.
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